05 Mar
¿Cómo ser una persona elogiada por Dios en las pruebas?


En una reunión, unos hermanos y hermanas dijeron que en la vida real, cuando Dios les daba gracias y bendiciones, estarían muy contentos y no podían cesar de agradecerle y alabarlo; pero al encontrarse con sufrimientos y refinamientos, se volverían negativos y débiles e incluso se quejarían de Dios. Entonces, ¿cómo podemos dar testimonio de Dios, obedecerlo y ser aprobados por Él en las pruebas?

Dios dice: “Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios, y no negarlo. Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento, no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana, y que también es Él quien las quita. Independientemente de cómo fue probado, él mantuvo esta creencia. Cualquiera que sea el tipo de refinamiento al que te sometas en tus experiencias de las palabras de Dios, Él exige la fe de las personas. De esta forma, lo que perfecciona es la fe de las personas y sus determinaciones. No puedes tocarlo ni verlo; es en esas circunstancias que se requiere tu fe”.

“Cuando te enfrentes a sufrimientos debes ser capaz de no considerar la carne ni quejarte contra Dios. Cuando Él se esconde de ti, debes ser capaz de tener la fe para seguirlo, para mantener tu amor anterior sin permitir que flaquee o desaparezca. Independientemente de lo que Dios haga, debes respetar Su designio, y estar más dispuesto a maldecir tu propia carne que a quejarte contra Él. Cuando te enfrentas a pruebas debes satisfacer a Dios, a pesar de cualquier reticencia a deshacerte de algo que amas o del llanto amargo. Sólo esto puede llamarse amor y fe verdaderos. Independientemente de cuál sea tu estatura real, debes poseer primero la voluntad de sufrir dificultades, una fe verdadera y tener la voluntad de abandonar la carne. Deberías estar dispuesto a soportar personalmente las dificultades y sufrir pérdidas en tus intereses personales con el fin de satisfacer la voluntad de Dios. Debes tener también un corazón arrepentido por no haber sido capaz de satisfacer a Dios en el pasado, y de arrepentirte ahora. Ni una sola de estas cosas puede faltar y Dios te perfeccionará a través de ellas. Si careces de estas condiciones, no puedes ser perfeccionado”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso 

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