Capítulo 32 Las palabras de Dios dejan a las personas rascándose la cabeza; es como si, cuando Él habla, Dios estuviera evitando al hombre y hablando al aire, como si no pensara en absoluto prestar más atención a los hechos del hombre, y se desentendiera por completo de la estatura del hombre, como si las palabras que Él habla no fueran dirigidas a las nociones de las personas, sino que evitaran al hombre, tal como era el propósito original de Dios.
Más información¡Si no crees Mis palabras, entonces sólo espera a que el gran trono blanco en el cielo te juzgue! Debes saber que todos los israelitas rechazaron y negaron a Jesús y, sin embargo, el hecho de la redención de Jesús de la humanidad aún se extendió hasta los confines del universo.
Más informaciónDios se hizo carne porque el objeto de Su obra no es el espíritu de Satanás o de cualquier cosa incorpórea, sino el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido.
Más informaciónLa humanidad ha tomado la gracia de Dios y la ha enterrado. Por ello, en las generaciones pasadas, los que hacen Su obra tienen poca entrada. Sencillamente no hablan de conocer la obra de Dios, por lo poco que entienden de la sabiduría de Dios. Se puede decir que, aunque son muchos los que sirven a Dios, no han sido capaces de ver lo exaltado que Él es y, por esta razón, todos se han colocado en el lugar de Dios para que otros los adoren.
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