Aprender a hacerse a un lado y entregar la carga a Dios Todo el mundo ha experimentado mucho dolor, por ejemplo: dificultades laborales, problemas familiares, desacuerdos matrimoniales, traición entre amigos, etc. Ante estas cosas desfavorables, debemos devanarnos los sesos para resolverlas o mantener la situación actual, por lo que nos sentimos muy estresados, agotados, dolorosos y deprimidos. ¿Quién puede ayudarnos a compartir la carga que llevamos? El Señor Jesús dijo: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. […] Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera” (Mateo 11:28-30).
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